Infanzia e adolescenza lavoratrice

Il protagonismo político dei movimenti sociali NATs

20/12/2016

Approfondimento a cura di Cristiano Morsolin

La “II Bienal Iberoamericana de Infancias y Juventudes”, promossa da CINDE, Universita’ di Manizales (Colombia) e CLACSO ha riunito (8-11-novembre 2016) anche esperti come Alejandro Cussianovich (Perú) e Manfred Liebel (Germania) che collaborano con NATs Per da un ventennio, punti di riferimento mondiale sul tema del protagonismo político dei movimenti sociali NATs dell’infanzia e adolescenza lavoratrice.

Per approfondire: Incidenza política in Europa e Movimenti NATs – Autore: Cristiano Morsolin (2016) e CIPSI.  Prefazione di Alejandro Cussianovich

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http://www.natsper.org/upload/DEF_Incidenza-politica-in-Europa_Febbraio-2016.compressed.pdf

Incompatibilidad entre educación y trabajo refleja mirada etnocéntrica y monocultural

http://www.chsalternativo.org/reportealternativo/upload/imagenes/imagen18279.jpg

Fecha : 09/12/2016

Dr. Alejandro Cussianovich, profesor de la Maestría de Políticas Sociales y Promoción de la Infancia y en la de Psicología Educativa en la UNMSM - Universidad San Marcos de Lima y coordinador del Instituto de formación IFEJANT de Lima.

1. ¿Cuál es la mirada tradicional que se tiene sobre el trabajo infantil y cuál es su postura al respecto? 

Personalmente parto de la necesidad de no ser ni deterministas ni positivistas en nuestra manera de situarnos frente a fenómenos sociales de complejidad y conflictividad como el mundo de los niños trabajadores en países pluriculturales. Pero igualmente, de ciertas cegueras del conocimiento como diría E. Morin, a la pregunta subyace una idea que universaliza, naturaliza y homogeneiza el llamado trabajo infantil, verdadero constructo funcional a las medidas que responden más que a una emancipadora mirada de los niños, niñas y adolescentes trabajadores, a su sometimiento a concepciones como la que se expresa por ejemplo en el Convenio 138 de la OIT sobre la edad mínima. Estamos frente a una norma de 1973 con insignificante efecto sobre los eventuales como negativos impactos de formas de trabajo absolutamente inaceptables. Ante los relativamente pocos estados parte que lo habían ratificado y frente al límite de normas carentes de real efecto para las que en un momento dado expertos lograron producir, que al no contar con una real aceptación práctica, que debieron colocarlo en el preámbulo al C.182 como aceptación formal del mismo. 

 

2. ¿Usted considera que el trabajo de niñas, niños y adolescentes, por debajo de la edad mínima de acceso al empleo, afectaría los derechos de educación, salud, desarrollo integral, entre otros, de este sector de la población?

Hoy el tema de la edad cronológica está seriamente cuestionado cuando ésta deja intocadas las causas estructurales de un modelo civilizatorio hegemónico cínicamente complaciente con el costo que el crecimiento y acumulación de riqueza comporta en cuyo marco, una vez más, deben encararse las nuevas formas de trabajo, también de niños y adolescentes. Por otro lado la incompatibilidad entre educación y trabajo que subyace a la pregunta refleja una mirada etnocéntrica y aparentemente monocultural  concretada en sistemas y enfoques de efecto estandarizante y en la práctica, reproductor de desigualdades. 

 

Centrarse en educación para ser competitivos en sociedades del desempleo, del empleo precario e informal como se le llama, deviene en una falacia que embalsa malestar social, personal. Rechazamos por genérico e ideológico lo afirmado en la Guía para Parlamentarios para la aplicación del C.182 de la OIT cuando afirma en la p. 31 que quien de niño hubiere trabajado, de adulto tendrá alguna afección psicológica. En momentos en que el Comité de Ginebra prepara un comentario al artículo 32 de la CDN, 90 expertos y académicos de países del norte mayoritariamente, prepara una serie de informes, estudios, investigaciones de carácter científico y académico, para replantear en el nuevo contexto de las relaciones y roles intergeneracionales, las implicancias del actual C.138 y aquello de la edad cronológica que dicho convenio  consagra y se rigidiza en la normativa que en el mundo ha logrado imponer la OIT a través de políticas sociales finalmente abolicionistas.

 

3. Considerando que el Perú es el país con mayores índices de trabajo infantil en Latinoamérica, según estudio de UNICEF en el 2015. ¿Cómo se explica que el trabajo infantil se presente en países en vías de desarrollo?

Me parece que UNICEF hace bien en proporcionar cifras que ejemplifican cómo en veinte y más años de pretendida lucha ¨por un país sin trabajo infantil¨ a secas, los graves errores de estrategias y discursos al que se sumara el  fenecido programa abolicionista  ProNiño de Telefónica y el que hoy está latente en experiencias como Semilla, Llachay con esfuerzos de ONGs en muchas de sus acciones teñidas  de  compulsividad y correccionalismo, resultado de la necesidad de demostrar logros y metas cumplidas. En la región se refuerza la tendencia a bajar la edad de penalización y a subir la edad mínima para trabajar. De allí el escándalo suscitado por el nuevo código de las niñas, niños y adolescentes de Bolivia que plantea el derecho de los trabajadores niños a ser protegidos como tales desde los diez años. En vías de desarrollo no significa otra cosa que ser países que aún no logran llegar a los niveles de desarrollo como se entiende en el modelo civilizatorio dominante (modernización y crecimiento económico a costa de reproducción de la desigualdades y la pobreza). Ello permite entender lo grave de afirmaciones como que los niños, niñas y adolescentes trabajadores son causa de la pobreza, hacen que sus países no sean elegibles por los centros de poder paralelo y económico. Sin embargo hay dos fenómenos que deben ser tomados en cuenta. ¿Realmente no hay menores trabajando en los países “desarrollados”?, ¿desde cuándo no se hacen estudios sobre dicho fenómeno en la comunidad europea?, o ¿lo logrado en este campo es al precio de que el llamado trabajo infantil se da en territorios en los que dichos países desarrollados son los que están sosteniendo el capitalismo extractivista que tiene en nuestros países una de sus principales fuentes en minerales, agua, energía? Y la segunda cuestión refiere a dejar en manos de los países el ejecutar o poner en marcha la normativa abolicionista una vez que se ha logrado que el marco jurídico responda a los planteamientos de los organismos internacionales. Dicho de otra manera, las leyes, normas y planes abolicionistas implantados localmente, liberan de la responsabilidad a instancias como la OIT y quedan como organismos panópticos para sancionar como se pretende hacer con Bolivia. Pero a ello cabría añadir los criterios de medición del fenómeno del trabajo infantil. Ya el 2008 los expertos de la OIT en Ginebra acordaron criterios de medición que terminaron desprotegiendo a los menores de la edad legal y abriendo puertas a políticas de persecución, de represión cuyo efecto ha sido múltiples formas de ocultamiento y de falseamiento de estadísticas con las que se pretende medir y comprender el fenómeno del trabajo infantil.

 

4. ¿Existe alguna experiencia que pruebe las ventajas en términos de ciudadanía y participación de los Niños y Adolescentes Trabajadores (NATS) por encima de los que no trabajan?

La pregunta no puede llevarnos a nuevas formas de distinguir para separar. Habría que preguntarse si hablamos de niños y niñas del mismo sector o estatus social o de estratos diferentes. El tema del trabajo de los niños refiere, entre otras dimensiones, a qué tipo de subjetividad personal y social se va constituyendo, qué nivel de sentido de pertenencia se va produciendo, qué perfil  identitario, qué conciencia de autonomía, qué sentido ético y moral va permeando la personalidad de los niños y niñas. Y ello tiene que ver con la familia, con la escuela, con los medios de comunicación, con qué barrio de la ciudad es su territorio cotidiano, o qué comunidad rural es su hábitat, tiene que ver  con los sentidos comunes instalados, con las representaciones sociales dominantes en los colectivos culturales, etc. Ninguna experiencia por sí sola puede pretenderse que sea planamente positiva o irremediablemente negativa si ésta no es intencionalmente resignificada, si no se da la oportunidad de robarle la plusvalía de humanización de la que dicha experiencia podría ser portadora. Nuestra experiencia de más de 40 años con NNATs, organizados o no y desde una permanente pasión educativa, demuestra que éstos son tan pasibles de los impactos negativos como positivos que la sociedad global y los contextos en que van creciendo pueden marcar sus vidas. Entonces, ni terminar idealizando a los NNATs, ni hacer de ese instrumento que es su organización, cuando la tienen, una especie de fórmula mágica y milagrera que los hace estar por encima de los otros pares no trabajadores. Lo importante es no permitir que estrategias o políticas sociales o actos celebratorios en contra de los niños, niñas y adolescentes trabajadores –como el alicaído día internacional contra ellos los 12 de junio- no terminen fomentando peligrosas confrontaciones entre pares y embalsando nuevos obstáculos para un verdadera cultura democrática de la que hoy adolece el país.

 

Fonte

http://www.chsalternativo.org/reportealternativo/contenido.php?v_pad=2&v_hij=18&v_pla=2&v_sal=2&v_cod=18279&v_bol=&v_tip_pub=E

 

per approfondire:

Chapter

‘Children Out of Place’ and Human Rights

Volume 15 of the series Children’s Well-Being: Indicators and Research pp 99-117

Date: 13 August 2016

Children Out of Place and Their Unwritten Rights

Alejandro Cussiánovich

This chapter presents a reflection on the meaning of the notion of ‘children out of place’ employed by Judith Ennew applied to working children. It reflects on the ‘unwritten rights’ Judith Ennew went into detail on in relation to street and working children. By doing so, it shows the political, legal and socio-economic dimensions that are necessary to address to promote dignity and respect of working children and their rights.

Keywords

Unwritten rights Peru Hegemony Children’s work Global South NNATs

http://link.springer.com/chapter/10.1007%2F978-3-319-33251-2_7

 Noviembre 12, 2016

“El peligro es convertir a la víctima en objeto”, Manfred Liebel

Foto | Freddy Arango | LA PATRIA Manfred Liebel, director de la Maestría de Estudios y Derechos de la Infancia de la U. Libre de Berlín.

Ayer terminó el evento del Centro de Estudios Avanzados en Niñez y Juventud de la U. de Manizales y del Cinde. Organizadores y asistentes presentaron un balance positivo. Discusión.

Andrés Rodelo

LA PATRIA | MANIZALES

Manfred Liebel, director de la Maestría de Estudios y Derechos de la Infancia de la U. Libre de Berlín, comparte la condición de víctima de los niños y jóvenes ante hechos violentos.

Lo que no comparte es el uso de ellos a partir de esta definición. De esto trató su ponencia en la II Bienal de Infancias y Adolescencias, que terminó ayer en Manizales.

¿Qué piensa de las víctimas?

Quien se enfrentó a la violencia es visto como víctima y realmente lo es. Al definirlos así hay peligro de que estas personas sean vistas como objetos y no como individuos con una subjetividad. Al hacerlo estamos afirmando que no puede responder por sí mismo, sino que lo tiene que hacer alguien más, personas que se solidarizan con ella.

Denos un ejemplo

Niños que viven en la ciudad de Alepo (Siria), bombardeados permanentemente por la guerra de este país. Hay fotografías en donde varios chicos utilizan los cráteres de las bombas como piscinas. Los niños son víctimas, pero también intentan mantener una vida de sujetos: jugando, saltando, divirtiéndose. Eso no hay que perderlo de vista.

¿Qué posición tienen las organizaciones?

Hay otro caso de un niño que trabajó en una clínica subterránea de Siria. Allí intentan salvar las vidas de los heridos. Me impresionó mucho, porque demuestra el sentido de responsabilidad del pequeño. Luego una ONG calificó su actividad como la peor forma de trabajo infantil, haciendo un llamado para no permitirlo. Esta interpretación supone victimizarlo, hacerlo objeto y no respetar su voluntad.

¿Los niños qué piensan de esto?

En varios países de Latinoamérica hay movimientos de niños y adolescentes trabajadores. Lo hacen desde muy temprana edad, usualmente por necesidad. En Potosí (Bolivia) lograron apoyo del país para que se mejoren las condiciones del trabajo. Están siendo explotados por unos y discriminados por otros que no reconocen la labor que hacen. Ellos reclaman el derecho a trabajar de forma digna, porque lo necesitan.

¿Cómo ve el reclutamiento de niños en Colombia?

Los reclutamientos forzados son una forma de violencia inaceptable. Son niños víctimas, claro, pero si están en la guerrilla puede que fuera el único camino de vida: porque la escuela no existe o por otros factores. La situación de ellos debe revisarse en el contexto social.

Satisfechos

Sara Victoria Alvarado, directora del Centro de Estudios Avanzados en Niñez y Juventud de la U. de Manizales y del Cinde:

- El balance es muy positivo. Supera todas las expectativas que teníamos las 24 instituciones involucradas.

- La convocatoria fue exitosa. Tuvimos 1.500 asistentes de casi todos los países de Latinoamérica. Manizales acogió a más de 700 ponentes internacionales.

- Logramos un diálogo entre la academia, los niños, los jóvenes, los referentes de política pública, las organizaciones sociales. El propósito fue romper las brechas entre estos discursos fragmentados.

- La presencia del arte: cantantes, raperos, música clásica. Tener la expresión estética hace que comprendamos que las realidades de los niños y jóvenes pasa por otras maneras de conocerlas.

Destacaron

Steven Carmona, de Bello (Antioquia)

Muy chévere. Aprendí cosas nuevas. Es un despertar que te ayuda a despejar dudas.

Alexánder Ramírez, de Medellín

Es un espacio para compartir experiencias desde lo académico y lo práctico. Se nutre nuestra contribución para el bienestar de los niños y jóvenes.

Natalia Torres, de Armenia

La experiencia fue muy chévere e informativa. Mucho de qué hablar, muchas preguntas. Me voy muy contenta.

Valentina Castañeda, de Armenia

Una experiencia inolvidable, porque hemos adquirido muchos conocimientos. Los podemos implementar luego.

En cifras

- 25 ponencias centrales.

- 74 mesas de trabajo con 1.095 ponencias.

- 28 invitados: 11 nacionales y 17 internacionales.

http://www.lapatria.com/educacion/el-peligro-es-convertir-la-victima-en-objeto-manfred-liebel-329681

 

lunes 21 de noviembre de 2016, 02:00

“No deben erradicar el trabajo infantil, sino dignificarlo”

El sociólogo alemán, quien desarrolla investigaciones sobre la niñez trabajadora y sus movimientos en Latinoamérica, cuestiona los intentos de evitar que los niños trabajen. Resalta que la educación debe acompañarlos para que puedan llegar a la profesionalización en la labor que elijan.

Por Carlos Elbo Morales

carlos-morales@uhora.com.py

La tiene bien clara. Para el sociólogo alemán Manfred Liebel, la clave no está en quitar de las calles o de donde sea a los niños que se ganan el sustento y aporte para sus familias con el trabajo. La clave está en reconocer que realizan esa labor.

Liebel además de investigador es colaborador del Movimiento Latinoamericano y del Caribe de las Niñas, Niños y Adolescentes Trabajadores (Molacnats). En el VII Congreso Mundial por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia que se realizó estos días en Paraguay, fue uno de los disertantes, donde habló de diversos temas. Entre ellos, señaló la postura que llevará este grupo el próximo año ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) con respecto al trabajo infantil. En charla con ÚH compartió su visión sobre este caso y resaltó el movimiento de niños trabajadores en el país.

–¿Qué tan importante es que estos niños se organicen?

–Es importante porque pueden colocar su movimiento social más en el contexto político. De esta manera ganan más importancia. Esto incluye riesgos, prácticamente te afilias a un partido o ideología, pero no es el caso acá. Tenemos niños de sectores populares que trabajan y mantienen su autonomía. Con base en eso colaboran estrechamente con otros movimientos sociales. Eso es importante para ellos mismos, porque siempre hay movimientos de niños que tienen nuevos miembros y tienen que aprender de nuevo todo y los que ya están les transmiten conocimientos y experiencias. El movimiento en Paraguay está bien cohesionado.

–¿Qué fue lo que le llamó la atención de este movimiento en el país?

–Acá están muy bien organizados. Claro, en un país pequeño están concentrados en Asunción y las cercanías. Pero es muy particular en Paraguay que el movimiento de los niños trabajadores tenga vínculos estrechos con otros movimientos sociales, como los campesinos y el movimiento indígena. Esa es una característica particular del movimiento aquí. Están bien organizados y ayudan en otros contextos. En otros países la presencia es más puntual.

–¿Cuál es el reclamo que hacen esos niños?

–Reclaman el reconocimiento de su labor, ser vistos como sujetos, con dignidad, que no se sientan discriminados. También reclaman una buena educación. Hay que dejar en claro que la educación no va a contramano con el trabajo.

–¿Qué le parece el grupo organizado en Paraguay?

–Los niños trabajadores en la Coordinación Nacional de Niños/as/Adolescentes Trabajadores (Connats) están politizados, pero no porque algunos los manipulen, sino porque tienen conciencia política. Hay mucha conciencia sobre la situación y la historia con la dictadura, las luchas que vinieron después, el golpe parlamentario contra Lugo. Todo eso incluye en la formación de la conciencia

–¿Cómo se congenia la educación con el trabajo infantil?

–Necesitan una educación que tome en serio las experiencias de los niños trabajadores y su situación. En México y Nicaragua pude ver que muchas veces en las escuelas, los niños trabajadores no son muy respetados. Los niños que trabajan vendiendo ya saben contar, manejan las matemáticas en forma sencilla, ya que han aprendido a su manera. Cuando están en las escuelas los tratan como que no saben nada. Por eso se sienten como más pequeños. Ellos tienen una mayor madurez que sus pares de esa edad. Ese es un reto para la educación. Se debe tener no solo educación de calidad, sino también que tome en cuenta las experiencias de esos pequeños.

–¿Cómo responde a ese sector que dice no al trabajo infantil?

–Aquí (en el continente) existe esa cultura de decir que los niños no trabajan. El problema es que ese pensamiento –que no es adecuado que un niño no trabaje– tiene como impacto la exclusión social. Eso provoca una doble exclusión social, de clase y de generación, de edad. Esa es una ideología que tiene detrás a las políticas de los gobiernos. Resulta en un desprestigio a las capacidades de los niños y sus intereses. Es una lucha permanente porque esa idea de la erradicación del trabajo infantil está dominando y está en el contenido de todos los tratados y convenios internacionales. Ocurren excepciones como en Bolivia, donde la política hacia los niños trabajadores es diferente.

–¿Qué pasa con los niños que no están organizados?

–Eso pasa en muchos países con los niños que están trabajando en las calles. Esas políticas estatales que son empujadas por los programas de acción de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y otros organismos. Realmente no son acciones a favor de los niños de sectores populares. Algunos derechos que tienen los niños, como el de trabajar, no están en la Convención Internacional de los Derechos del Niño. Ellos, los niños trabajadores, reclaman ese derecho porque el trabajo para ellos es la base de su identidad, es vida. El trabajo nos hace una parte de la sociedad. Pero esto es negado por las políticas de exclusión social.

–¿Qué le responde a esa parte de la sociedad que los criminaliza?

–Se debe denunciar la criminalización y reclamar reconocimiento como niños, sobre sus derechos y el trabajo que hacen. Cuando los mismos niños reclaman su derecho, la gente los comprende y los ve de otra manera. De esta manera se puede tener una visión diferente, entender que los jóvenes son protagonistas del cambio, pero no en sentido abstracto, sino más realista. Se debe destacar además que los niños que están en esos movimientos realizan experiencias activas que no podemos ver en otros lugares.

–¿Cuál es la visión desde Europa con estos movimientos?

–En Europa están sorprendidos al ver que estos niños tienen una capacidad muy grande de articularse, de presentar sus demandas y sus reflexiones. También cómo pueden analizar su situación y situarlas en el contexto político-social de una manera muy diferenciada. A mí también eso me sorprendía las primeras veces que reflexionaba con ellos.

–¿Cómo es cuando un niño europeo trabaja?

–En Europa o Alemania, en particular, a esa edad no tienen mucho interés en participar en política o articularse de manera colectiva. Están más interesados en el consumo. Aclaro que tampoco son todos. El interés en la política empieza más tarde. Esto tiene que ver con la vivencia de los niños, ya que allá es diferente. En Alemania trabajan más por propio interés, no para ayudar a sus papás. Lo hacen más por autonomía, no por saber lo que es la vida.

–¿Cuál es la diferencia con Latinoamérica?

–En este continente, los niños toman responsabilidades mucho más temprano. Aquí muchos niños apoyan a sus papás y lo más interesante de esto es que este apoyo se entienda como trabajo. El concepto de trabajo como entiende es como concepción de la vida. Se debe distinguir entre el trabajo y las condiciones en que se lleva a cabo la tarea. No es malo el trabajo, sino las condiciones que muchas veces son de explotación. Hay que organizarse y luchar por cambiar esas condiciones y dignificar el trabajo.

–¿Cuál sería la clave para el trabajo infantil?

–Más allá del reconocimiento del trabajo, ofrecer alternativas dignas. Deberían tal vez aprender algún oficio, adquirir nuevos conocimientos profesionales. Los mismos movimientos no pueden organizar esto, pero pueden trabajar para articular esas demandas. La sociedad es responsable de crear esas mejores perspectivas. Una parte de esas perspectivas es tener un trabajo digno, ofrecer capacitaciones, otro tipo de educación profesional, la formación y también un trabajo digno. Sobre todo que esté bien pagado y con derechos.

Fonte:

http://www.ultimahora.com/no-deben-erradicar-el-trabajo-infantil-sino-dignificarlo-n1041435.html

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